"El Gobierno no va a solucionar el problema de los cultivos ilícitos a punta de erradicación"

La masacre de Tumaco marca un punto de inflexión en la lucha contra el narcotráfico
Semana (Colombia)
Jueves, 12 de octubre, 2017

Los virajes que ha dado la política de drogas en Colombia nada que empiezan a arrojar resultados. Las alarmas permanecen encendidas por el incremento de los cultivos ilícitos, que rondan las 150.000 hectáreas sembradas. Los esfuerzos del Estado se han quedado cortos para frenar un negocio que se da en medio de un complejo panorama: la presión de Estados Unidos por resultados y la delicada situación en la que están sumidos miles de campesinos. La estabilidad del proceso de paz, tal y como lo ha planteado Dejusticia, en el libro Coca, instituciones y desarrollo, también depende de que el Estado deje de perseguir penalmente al campesinado cocalero. (Véase también: A detener la criminalización del campesinado cocalero)