Aumentan las protestas en el sur de Holanda por la introducción del “pase de marihuana”. A partir del 1 de mayo, los coffeeshops de las ciudades sureñas del país sólo pueden vender marihuana y hachís a residentes en Holanda en posesión de una tarjeta especial. La venta a turistas extranjeros está prohibida. En Maastricht, 12 de los 13 coffeeshops cerraron sus puertas como signo de protesta.