 El proyecto de Bolivia de exportar derivados de la coca  tiene un potencial mercado en la venta de harina de esta hoja para el  tratamiento médico de adictos a la cocaína, afirmó el experto holandés  en políticas internacionales sobre drogas, Martín Jelsma. La  propuesta fue hecha en el marco del IV Foro Internacional de la Hoja de  Coca, organizado por el Gobierno del presidente boliviano, Evo Morales,  con la participación de especialistas de nueve países.
El proyecto de Bolivia de exportar derivados de la coca  tiene un potencial mercado en la venta de harina de esta hoja para el  tratamiento médico de adictos a la cocaína, afirmó el experto holandés  en políticas internacionales sobre drogas, Martín Jelsma. La  propuesta fue hecha en el marco del IV Foro Internacional de la Hoja de  Coca, organizado por el Gobierno del presidente boliviano, Evo Morales,  con la participación de especialistas de nueve países.
Jelsma,  director del Programa Drogas y Democracia del Transnational Institute  (TNI) de Amsterdam, dijo que "está claramente demostrada la gran  diferencia entre coca en su forma natural" y los diferentes grados de  concentración de la cocaína, que es uno de sus alcaloides.
Sin  embargo, según el experto, "un estimulante suave como la coca" puede  ayudar a bajar los niveles de uso de sustancias fuertes, cuyo consumo se  hace en un mercado ilegal.
"Hay que buscar posibilidades de  influir en el mercado. Ha sido muy difícil reducir el mercado  internacional de estimulantes fuertes ilegales", pero se puede hacer "un  intento de reconquista de ese mercado con estimulantes suaves,  controlados, pero lícitos", dijo.
La harina de coca, a su juicio,  puede ser el producto idóneo para tratar a "usuarios problemáticos de  cocaína" ya que ese derivado puede exportarse con más facilidad que las  hojas de la planta misma.
Según Jelsma, en este momento no hay  sustancias para sustituir a la cocaína para quienes quieren dejar la  adicción, pero ya se están haciendo pequeños experimentos con plantas de  coca en Brasil y Colombia, mientras que en Holanda se piensa en hacer  lo mismo.
EXPORTACIÓN Por otro lado, el exzar antidrogas de Perú  Ricardo Soberón afirmó que Bolivia tiene posibilidades de exportar hojas  de coca y sus derivados lícitos al mercado de su país, de Ecuador y  Argentina, en el marco de convenios bilaterales.
Dijo que la  exportación no será una tarea fácil por la normativa internacional pero  destacó que hay condiciones políticas, judiciales y sociales para  lograrlo.
El experto, que presidió el Consejo Directivo de la  Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas de Perú, cree que  la exportación de la hoja de coca y sus derivados es un nuevo abordaje  en la lucha contra las drogas.
“Una hoja de coca que se ingiere  es una hoja menos para el narcotráfico", dijo Soberón, en alusión a los  proyectos de uso de la planta con fines medicinales y alimenticios.
Destacó  que entre las condiciones favorables para hacer realidad la exportación  de coca está "un proceso de reforma de las políticas de drogas en el  mundo" donde América Latina es protagonista y además hay "un cansancio  generalizado por la guerra contra las drogas y se requieren nuevas  visiones" para abordar la temática.
Agregó que Bolivia dio un  paso "al poner en tela de juicio" la Convención Única de la ONU sobre  estupefacientes de 1961 al lograr a principios de este año que se  reconozca el derecho de su población al masticado o "acullico" de la  hoja, una práctica indígena.