El licor es más dañino que la heroína y la cocaína. Estas son las conclusiones de un estudio en el Reino Unido que ha encendido las alarmas sobre los efectos no solo para el que bebe, sino también para su entorno social.
Para Martin Jelsma, experto en políticas de drogas de Transnational Institute, reducir las conclusiones del estudio a una dicotomía entre prohibición y legalización niega la profundidad del estudio. "Se trata del intento científico más serio que muestra grandes diferencias entre las sustancias y, por lo tanto, los modelos de control también deben ser distintos", dijo Jelsma.