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Cardoso, Gaviria y Zedillo proponen "regular, no legalizar" la droga

Los expresidentes plantean una alternativa a la guerra contra el 'narco'

Salvador Camarena

El debate para encontrar algún tipo de esquema de regulación para las drogas ilegales, y con ello cambiar el paradigma del combate al narcotráfico que tiene más de 40 años de vigencia, ha alcanzado su máximo nivel justo cuando los países de América están a punto de reunirse en la Cumbre de las Américas, que se celebrará este fin de semana en Cartagena de Indias.

“Regular no es lo mismo que legalizar. Ese punto es fundamental. Regular es crear las condiciones para la imposición de todo tipo de restricciones y límites a la comercialización, propaganda y consumo del producto, sin ilegalizarlo”, explicaron el domingo Fernando Henrique Cardoso, César Gaviria y Ernesto Zedillo, los expresidentes de Brasil, Colombia y México respectivamente, que en un nuevo documento insisten en que “40 años de inmensos esfuerzos no lograron reducir ni la producción ni el consumo de drogas ilícitas. En México y Centroamérica, la violencia y la corrupción asociadas al tráfico de drogas representan una amenaza a la seguridad ciudadana y a la estabilidad democrática”.

Los exmandatarios se congratulan de que en los últimos cuatro meses, “la discusión ha avanzado más que en 40 años. Lo que antes parecía impensable ahora está siendo discutido a la luz del día. América Latina está hablando de drogas por imposición de la realidad y por el valor político de líderes como los presidentes Juan Manuel Santos, de Colombia; Otto Pérez Molina, de Guatemala, y Laura Chinchilla, de Costa Rica”.

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El nuevo impulso al debate comenzó en febrero, cuando Pérez Molina, militar de formación, plantó la necesidad de buscar otra manera de combatir a los narcotraficantes. El planteamiento del guatemalteco iba un poco más allá de lo que en una entrevista con The Observer el presidente Santos había dicho en noviembre pasado, cuando señaló que, si para erradicar la violencia ligada al tráfico de drogas se hablara de legalización, no estaría en contra, y que le gustaría que se hablara de regular no solo la marihuana.

En otra entrevista, el sábado pasado, con el diario colombiano El Tiempo, Santos adelantó que la legalización de las drogas “no va a ser el tema de la cumbre. Lo único que estamos proponiendo a estas alturas es abordar el tema, que ya de por sí es un paso muy importante, porque hasta este momento muchos países, incluido Estados Unidos, se negaban a hacerlo. Ahora lo van a hacer, sin que eso quiera decir que están dispuestos a cambiar sus políticas”.

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En marzo pasado, Estados Unidos fue acusado de boicotear una cumbre de países centroamericanos convocada por Pérez Molina para discutir su propuesta. Washington no ha ocultado que se opone al tema de cambiar el paradigma que data de tiempos de Richard Nixon. El próximo sábado por la mañana, antes de la plenaria de la VI Cumbre de las Américas, representantes de Colombia, Guatemala, México, El Salvador, Honduras, Nicaragua, República Dominicana, Belice y Costa Rica se reunirán para ver si pueden consensuar una postura en común sobre el debate sobre el combate a los grupos del narcotráfico. El ambiente previo de las delegaciones, según publicó el diario El Universal de México, no está exento de posiciones tirantes.

Si bien el Gobierno de México —país en donde en los últimos cinco años se han registrado alrededor de 50.000 muertos en el marco de la lucha antinarco— se ha visto obligado a nivel local a decir que no se opone al debate, el presidente Felipe Calderón ha mostrado poco entusiasmo con la idea de cambiar el modelo de combate. Sin embargo, el tema, en realidad, ya corresponde a quien llegue a la silla presidencial mexicana en diciembre próximo, tras las elecciones de julio.

“Poco a poco hay una creciente conciencia de que este modelo no funciona. Hay cada vez menos gente que lo acepta, y más gente que está consciente de que cualquier alternativa sí implica algún tipo de despenalización o regulación”, dice a EL PAÍS Jorge G. Castañeda, excanciller mexicano y promotor desde hace años de buscar una regulación.

Castañeda destaca que al anunciar un viraje en su campaña el lunes pasado, Josefina Vázquez Mota, candidata del Partido Acción Nacional (PAN), la formación de Calderón, dejó claro que, de ganar, no se “va a concentrar en el narco, sino en los delitos que afectan a la gente”. “Lo que realmente está queriendo decir es que los va a dejar pasar. Si lo que estás diciendo es ‘los voy a dejar pasar, pero no quiero que incremente la cultura de la impunidad’, como no quieres dejarlos pasar en la ilegalidad, entonces hay que cambiar la legalidad. Es un avance muy grande y me congratulo de ello, aunque no sé si se dan cuenta cabal de lo que están diciendo”, explicó el analista mexicano al recordar que el candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Peña Nieto, también ha manifestado una postura similar a la de la panista Vázquez Mota.

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