Terminó el período ordinario de sesiones del Congreso de la Unión en México y, contra lo prometido por el líder de la mayoría en el Senado, la regulación del cannabis siguió congelada. Supuestamente se había formado un grupo especial de trabajo y las comisiones de justicia y de salud de la cámara alta anunciaron que habría nuevo dictamen; incluso circuló un proyecto con avances respecto a la fallida legislación del año pasado y que hubiera podido obtener un apoyo mayoritario. Sin embargo, una vez más las cosas se atoraron a pesar de la declaratoria general de inconstitucionalidad de la prohibición absoluta del cannabis para uso lúdico decretada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación.