El referendo del próximo 2 de noviembre en California para legalizar el consumo de la marihuana puede que no pase, según el veredicto de las últimas encuestas. Sin embargo, ya cumplió con parte de su cometido: que se volviera a hablar de un tema tabú en Estados Unidos y que saliera a flote el sentimiento colectivo de que se ha fracasado en el intento mundial de controlar las drogas con la represión.