La historia reinterpretada

Una respuesta al Informe Mundial sobre las Drogas 2008
Informe sobre política de drogas Nr. 26
Junio de 2008

opium-denEn el nuevo Informe Mundial sobre las Drogas (IMD) 2008, la ONUDD intenta ocultar los fracasos con una mala lección de historia. En lugar de reconocer claramente que, diez años después, los objetivos de la UNGASS no se han cumplido –al contrario, la producción mundial de cocaína y heroína ha aumentado– el IMD decide repasar los últimos cien años de historia de fiscalización de las drogas y apuntarse un éxito comparando la producción actual de opio con su producción y consumo en la China de principios del siglo XX. El informe utiliza una falsa lógica para inventarse comparaciones con una producción más elevada el siglo pasado.

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Véase, en inglés, el comunicado de prensa del TNI al respecto.

Uno de los objetivos fijados por la UNGASS era “eliminar o reducir considerablemente el cultivo ilícito del arbusto de coca, la planta de cannabis y la adormidera para el año 2008”. En lugar de eso, la producción mundial de opio y cocaína se ha incrementado considerablemente durante la última década. Según las propias cifras de la ONUDD, en los últimos diez años, la producción mundial de opio se ha doblado, y la de cocaína ha aumentado un 20%.

De hecho, sobran las pruebas que demuestran el fracaso del actual enfoque de control de drogas. En un intento por desviar la atención de este claro fracaso, el informe ha decidido repasar los últimos 100 años de historia, afirmando que se han alcanzado logros en comparación con la producción y el consumo de opio en la China de principios del siglo XX. El informe está intentando reinterpretar la historia, pero no lo hace demasiado bien.

Las investigaciones del TNI demuestran que el Informe Mundial sobre las Drogas:

  • Exagera deliberadamente el consumo excesivo de opio en China a principios del siglo XX. El consumo de opio en China era predominantemente moderado y relativamente no problemático, a menudo con fines terapéuticos.
  • Atribuye, erróneamente, la reducción en la producción mundial de opio al sistema internacional de fiscalización de estupefacientes.
  • Menciona las consecuencias indeseadas que se han derivado de las políticas internacionales de control de drogas, pero ignora el hecho de que, para conseguir un mejor acceso a fármacos, respeto de los derechos humanos, evitar la militarización y reducir los actuales índices de encarcelación, se deben efectuar unos cambios fundamentales en el sistema de tratados.

Véase el análisis completo en: La historia reinterpretada. Una respuesta al Informe Mundial sobre las Drogas 2008, TNI, Informe sobre política de drogas nº 26, junio de 2008.